- Abra
el grifo procurando equilibrar el frío de las palabras esdrújulas con la
calidez de las agudas
- Alcanzada
la temperatura perfecta, llene la bañera unos quince centímetros. Puede echar
entonces las sales. Recomendamos las elaboradas con comas por ser más
armoniosas que las de signos de exclamación.
- Nunca
se sumerja sin probar la historia hundiendo la muñeca en la contratapa, o si es
usted osado, en cualquier página al azar
- Una
vez tenga el cuerpo envuelto en una buena trama, relájese y abra sus poros.
- Por
último, cierre los ojos, y permítase soñar.
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