1. Abra el grifo procurando equilibrar el frío de las palabras esdrújulas con la calidez de las agudas
  2. Alcanzada la temperatura perfecta, llene la bañera unos quince centímetros. Puede echar entonces las sales. Recomendamos las elaboradas con comas por ser más armoniosas que las de signos de exclamación.
  3. Nunca se sumerja sin probar la historia hundiendo la muñeca en la contratapa, o si es usted osado, en cualquier página al azar
  4. Una vez tenga el cuerpo envuelto en una buena trama, relájese y abra sus poros.
  5. Por último, cierre los ojos, y permítase soñar.
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